miércoles, 3 de abril de 2013

Lo primero el empleo

"Lo primero el empleo” Comienzo entrecomillando una frase que el candidato de la derecha a la Presidencia de la Junta de Extremadura José Antonio Monago nos repetía una y otra vez en la Campaña Electoral de 2011. Fue su primer artificio, la primera de las mentiras salida de su novísima factoría de propaganda, una propaganda que lo contaminó todo. Y ahí, en ese todo, la llamada “auténtica izquierda” que, con su silencio, aupó al hoy presidente al Gobierno de la región. Desde entonces, desde esos días oscuros del mes de junio de 2.011, hasta aquí, nada. Nada construido desde el Gobierno del Partido Popular que, cada día, aparece más amagado en una especie de macartismo donde los ciudadanos han pasado a la categoría de sospechosos colaboracionistas con lo que la derecha llama “régimen de Vara”.
Y aquí no reparan en artificio, ¿que la señora consejera de Educación se tiene que plantar en el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura? pues se planta, que ahí estará la “bellota mediática” para cantar la gesta sin importar el desprecio que esto supone para la política, para las libertades, sin importar el ninguneo a la Justicia, a la que se pretende arrastrar a la piscina de barro donde el Partido Popular quiere situar el escenario de la política regional, para desde ahí, y a través de sus “pretorianos del plasma”, ofrecer todo un reality show trucado y obsceno del quehacer de los hombres y mujeres que los ciudadanos de Extremadura eligieron para encontrar el mejor camino a la solución de sus problemas. Y hoy, aquí tenemos, Presidente Monago, un primer problema, ahora multiplicado desde la incompetencia real de sus políticas de Empleo. Al drama del paro no le valen artificios ni oscuros silencios. El problema que atenaza a nuestra sociedad hasta lo irreversible no admite subterfugios ni machadas frente a enemigos inventados. Empleo, palabra rica en esperanzas que ahora esa factoría de artificio y olvido parece querer borrar del discurso oficial, mientras que por las calles y las plazas de Extremadura cada día nos cruzamos con la tristeza de 170.000 hombres y mujeres que van camino de la desesperanza. No, ellos, los parados, no entienden de “Estrategias de Especialización Inteligente para una nueva Extremadura”, lo que denomina ONE sus community manager de la propaganda. Tampoco entienden los parados, esos balones largos de las listas abiertas o de la paga extra a los funcionarios, balones que pasan por encima de las cabezas de todos y cada uno de los desempleados de Extremadura. Son discursos de la nada, fabricados con una única y mezquina intención: el olvido de una acción de Gobierno nefasta.
Sí, a este discurso de la nada le conviene que los ciudadanos no acudan a reflexionar sobre la acción de un Gobierno que se autoproclamaba “de los mejores”, y que no ha dudado en hacer ir y venir la bolita de las Cuentas Públicas en toda una farsa contable. Este trilerismo político puede servir para salvar diciembre, pero todos sabemos que está matando enero.
Este Gobierno está dejando excesivos cadáveres de nuestro Estado del Bienestar, y aquí no valen técnicas de tanatopraxia para maquillar tantos muertos. No, aquí todos sabemos que ha sido decisión del Gobierno del PP en Extremadura dejar a miles de chicos y chicas sin transporte escolar; todos sabemos que es decisión de este Gobierno dejar sin urgencias médicas a muchos de nuestros pueblos, iniciando lo que, sin duda, es todo un ataque a nuestro Sistema de Salud, en el que, por otra parte, tenemos obscenidades que no podrá tapar la propaganda de ninguna brigada mediática, como que los abuelos de Extremadura le estén financiando a coste cero la Sanidad al “Gobierno de los Mejores”.
Y es en esta amarga realidad donde cada día se desenvuelve la vida cotidiana del 1.104. 499 habitantes de nuestra región, una cifra permanentemente corregida a la baja por la falta de esperanzas de los jóvenes extremeños que, de nuevo, encuentran en la emigración una forma de emprender el futuro tras ver cómo aquí la palabra “emprender” solo se conjuga desde la nada de los discursos vacíos, y desde la mayor deslealtad con el presente.
Cuando no hay nada, todo se pervierte, y en esa perversión, el anuncio de un tren a la frontera con Portugal nos acaba anunciando otras realidades, como es la supresión de una buena parte de nuestras líneas de ferrocarril, que de alguna manera vertebraban el territorio. Aquí, de nuevo, el silencio, un silencio que avergüenza.
Y ahora ya no hay palabras ni discursos que defiendan la razón frente al olvido del Gobierno de España, el Gobierno de Mariano Rajoy. Ya, para qué los aviones, los trenes, las becas para los que aprietan los codos, para los que menos tienen, para qué ya los hospitales, la ayuda a la Dependencia… No, aquí, ahora el silencio, la amenaza, la propaganda, la nada. También la algarada gubernamental desde un aula escolar anunciando títulos a mil euros.
César Serrano
Secretario de Comunicación del PSOE en Extremadura

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